domingo, 7 de febrero de 2010


Sólo uno de cada 10 escolares puede usar ya los ordenadores prometidos

La mayoría de los colegios que los han recibido espera empezar a utilizarlos en febrero.


Opina el director de un colegio de Torrelavega (Fernando Méndez, del 'José Luis Hidalgo') que ni los propios profesores son conscientes a día de hoy de «la revolución» que supondrá para la enseñanza la introducción del ordenador personal en las aulas. «Se están dando los primeros pasos y sabemos que habrá que adaptarse. El adelanto será enorme, porque unos avances pedirán otros». Tanto en materiales, como de mentalidad, «sobre todo, de los profesores». Que, teniendo ya una pizarra virtual, no se atreven a quitar la antigua.
El salto -que está en marcha en toda España con el plan Escuela 2.0- se está materializando en Cantabria con cuentagotas. Se aspira a que, en junio, sean 1.500 alumnos de 5º de Primaria de la región manejen ya «su» ordenador, cifra que supone la mitad de los que este año están en 5º. Pero a cuatro meses y medio del inicio del curso, sólo unos 140 niños (o sea, uno de cada diez) ya lo están usando tras un primer reparto de máquinas (675 en total) que tuvo lugar justo antes de las vacaciones de Navidad.
El 'netbook' (su definición en voz inglesa) de color blanco y con pantalla de 10 pulgadas llegó entonces a 21 colegios públicos, cinco menos de los previstos en un primer momento. Y, de esos 21, 16 están a la espera de recibir un carro que es necesario para recargar el ordenador y almacenarlo. Si bien la mayoría de centros estima que contará con esa última pieza a lo largo del mes de febrero y, una vez superado este obstáculo, se distribuirán los 'pc' a sus destinatarios. En donde ya funcionan, cada escolar tiene registrado a su nombre el portátil: les pertenece durante el tiempo que dura el curso.
«Los críos están como locos por utilizarlos», apuntan desde el 'Fernando de los Ríos' de Torrelavega. Aunque son muy numerosos los centros en que no preocupa tanto la velocidad de implantación de este programa como que se haga bien. «Nosotros ya tenemos dos ordenadores por cada tres alumnos», señalan desde el 'Portus Blendium' de Suances para explicar su ausencia de prisa. «Preferimos empezar un poco más tarde pero que desde el primer momento en que se empiecen a usar salga todo correctamente», agrega el director del 'Buenaventura González' de Santa Cruz de Bezana, que pide con insistencia comprensión para la Consejería de Educación, «que está haciendo un gran esfuerzo. Este proceso lleva su tiempo».
También le resta importancia a los plazos Ángel Gancedo, que dirige el colegio de Valdáliga, uno de los cuatro centros de la región que se denominan 'avanzados' y que cuenta con portátiles para los estudiantes de 3º de Primaria. Los correspondientes a los chicos de 5º todavía no han llegado. «Ellos están deseando, claro, pero todo llegará», indica.
La expectación y las ganas del alumnado se repiten en la práctica totalidad de los 26 colegios que se postularon ante Educación para ser los primeros en trabajar con estos ordenadores personales. «Es que para ellos es una actividad muy motivante», justifican desde el Gerardo Diego de Los Corrales de Buelna.
En el 'Flavio San Román' de Cicero, incluso, se plantean adelantar «alguna cosilla» visto el interés de los niños por poner las manos sobre los teclados. «Estamos pendientes del carro, pero vamos a empezar con ellos usando enchufes para que los críos no esperen más». Que los chavales cuenten con esta nueva herramienta es, en realidad, la guinda de un proceso de reconversión tecnológica de los centros. La Administración lleva cinco años impulsando en sus instalaciones escolares conexiones a Internet de banda ancha y redes wi-fi. Durante este tiempo, también se han suministrado pizarras digitales, además de proyector y ordenadores para los profesores.
Se da la circunstancia de que, a medida que aumenta el equipamiento técnico de los colegios, se generan nuevas inquietudes. Cada uno de los portátiles que se facilita a un niño de Primaria le cuesta a la Consejería de Educación alrededor de 300 euros. Y el hecho de que se reciba en un punto un número importante de ellos crea cierta preocupación. Los colegios, en general, no cuentan con grandes medidas de seguridad. Las ventanas, por ejemplo, no pueden tener rejas por si fuera necesaria una evacuación de emergencia, lo que no es bien visto por las compañías aseguradoras cuando se les pide un presupuesto que cubra una potencial sustracción de los 'netbooks'.

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